viernes, 10 de enero de 2014

Palabra (Cees Nooteboom)

Unos segundos después de pasar por delante de la librería, Arthur Daane comprobó que se le había quedado una palabra prendida en el pensamiento y que, en ese intervalo, ya había traducido esa palabra alemana que significa historia, Geshichte, al geschiedenis de su lengua materna, adquiriendo así de inmediato una sonoridad menos amenazante que en alemán. Se preguntó si eso era debido a la última sílaba. Nis, nicho en neerlandés, es una palabra de extraña brevedad, ni tan ruin ni brusca como otros monosílabos, es más bien tranquilizadora. Una palabra, como un nicho, en donde poder ocultarte o encontrar algo oculto. Otras lenguas no tienen esta posibilidad. Intentó desprenderse de la palabra caminando más deprisa, pero ya no podía; no en esta ciudad, que estaba impregnada de ella. La palabra continuó prendida en su interior. Últimamente le ocurría esto con las palabras; en ese sentido, prender era la expresión exacta: las palabras se le quedaban prendidas. Y sonaban. También las oía aunque no las pronunciara en voz alta y, a veces, incluso parecía como si retumbaran. Tan pronto como las sacabas del hilo del discurso en el que se encontraban —si tenías cierta sensibilidad para percibirlo—, adquirían un matiz aterrador, una peculiaridad sobre la que no debías reflexionar demasiado porque, de lo contrario, el mundo entero comenzaba a dar bandazos. Demasiado tiempo libre, pensó; pero precisamente así era como había decidido vivir


Palabra (Cees Nooteboom)____________________________________________________________________________

El día de todas las almas
Cees Nooteboom (La Haya, 31 de julio de 1933)

Ediciones Siruela, 2000


Arthur Daane, un reportero neerlandes que ha perdido a su mujer y a su hijo en un trágico accidente aéreo, vaga con una cámara de vídeo por un Berlín transfigurado por la nieve buscando imágenes para su película, de momento solo fragmentos sin coherencia aparente. En esta ciudad tiene tres amigos: un intelectual, un artista y una científica, con quienes conversa elocuentemente sobre los pequeños detalles de la vida que le interesan. Un día conoce a Elik, una mujer joven llena de secretos por la que Arthur siente una poderosa y oscura atracción. Ella le hace el amor pero no le habla, ni le permite cruzar sus límites. Y, fascinado, la seguirá hasta Madrid. El día de todas las almas es una novela de amor filosófica sobre los cambios de la historia reciente y las dimensiones metafísicas de la vida, narrada magistralmente por una de las voces más interesantes y sólidas de la narrativa europea.

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