martes, 26 de agosto de 2014

Distancia (Isabelle Filliozat)

Todos estamos rodeados de una distancia personal de seguridad. Cuando alguien penetra en ese espacio alrededor de nuestro cuerpo, la amígdala cerebral reacciona, desencadenándose el estrés. Hay dos motivos principales que autorizan penetrar esa burbuja: el amor o el combate. ¿Que alguien se acerca demasiado? Nos movilizamos. Nos ponemos a la defensiva, sentimos temor, molestia, incluso cólera. Edward T. Hall ha acuñado el término de "proxémica" para referirse al estudio de estas distancias interpersonales. Cada cultura tiende a definir una distancia interpersonal relativamente precisa en situaciones de comunicación. Un romano o un madrileño se aproximan más que un nativo de Helsinki, Londres o Berlín. En África, las burbujas personales suelen ser tan reducidas que los interlocutores entran en contacto físico con frecuencia.
Además de la cultura étnico-social, están nuestras historias personales, aprendizajes, las costumbres de la familia de origen y nuestros temores. Los dominantes adoptan, en general, una distancia personal más importante que los dominados. Ocupan más espacio, un territorio mayor. No obstante, algunos dominados huyen de la relación y por ello ponen más espacio de por medio. ¡Por eso algunos tímidos se pasman cuando se dan cuenta de que los demás les temen! Evitemos las interpretaciones precipitadas. ¡Son tantos los factores que entran en juego a la hora de conformar nuestras distancias proxémicas!
Es posible, al igual que Dorine, aprender a pegarse al otro para estar así seguro de que no se nos dará de lado. Se pueden mantener las distancias, como Claude, porque tal vez nos han pegado y hemos aprendido que la proximidad del otro no acaba reportando nada bueno. Cada uno establece la distancia que le parece necesaria de acuerdo a su historia entre él y los demás.


Distancia (Isabelle Filliozat)____________________________________________________________________________

Los otros y yo
Isabelle Filliozat (París, 12 de diciembre de 1951)

Editorial Kairós, 2010


Una reflexión sobre nuestros encuentros con los demás, ya se trate de los familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, autoridades o la gente con la que nos cruzamos en la calle. La obra describe los códigos, los gestos y las palabras que utilizamos en el ámbito social y nos enseña ejercicios prácticos para superar la timidez y los prejuicios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario