martes, 13 de enero de 2015

Aplazar (Georg Christoph Lichtenberg)

Me envió un poema de consolación mal escrito y peor impreso, como si se pudieran secar lágrimas con papel secante.

Me he creado una pequeña Siberia para mis subditos rebeldes.

Para muchas personas, hacer versos es una enfermedad de formación del espíritu humano.

Mi hipocondría es, en el fondo, una habilidad para extraer de cada suceso de la vida, llámese como se llame, la mayor cantidad posible de veneno para uso propio.

El procastinator: el aplazador, un tema para una comedia, y algo que yo podría recrear. ¡Aplazar ha sido mi mayor fallo desde siempre!

¡Si en mi cabeza pudiera abrir canales para activar el comercio interior entre mis depósitos de ideas! Pero ahí yacen almacenadas, cientos de cientos, sin tener ningún contacto útil entre sí.

Soy extraordinariamente sensible a cualquier tipo de ruido, que, sin embargo, pierde su carácter desagradable en cuanto va unido a algún objetivo razonable.


Aplazar (Georg Christoph Lichtenberg)
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Aforismos
Georg Christoph Lichtenberg (
Ober-Ramstadt (Alemania), 1 de julio de 1742 - Gotinga (Alemania), 24 de febrero de 1799)
 

Georg Christoph  Lichtenberg anotaba con regularidad en unos cuadernos observaciones, ocurrencias, reflexiones, anécdotas, propósitos, chistes, es decir, un material que cabe bajo la definición que se suele emplear para el término «aforismo». De algunos de ellos proceden abundantes giros y locuciones coloquiales, originales suyas o que recibieron de él la aguda formulación con la que se usan.

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